La OMT define el turismo accesible como “aquel que pretende facilitar el acceso de las personas con discapacidad a los servicios turísticos”. Es en el Año 1980 cuando se relacionan por primera vez ambos conceptos, turismo y accesibilidad.
El turismo accesible está de moda, pero… ¿tenemos realmente infraestructura turística para ofrecer un producto de calidad? Si navegamos un poco en la red, vemos que se ha llegado a la conclusión de que el turismo accesible es interesante para un destino por varios motivos:
– Es un producto desestacionalizador ya que este tipo de turistas normalmente puede viajar en cualquier momento del año.
– Las estadísticas indican que el turista con discapacidad es altamente rentable, tiene una capacidad de gasto mayor. Y además, no es tan sensible al precio como otro tipo de turistas.
– Es un tipo de turismo que genera empleo, tanto directo como indirecto.
En Galicia afortunadamente, ya podemos hablar de paquetes turísticos accesibles; concretamente en O Barbanza. Si consultamos la web de Arousa Norte, podemos ver la oferta. Por ejemplo, han sido los primeros en España en ofrecer un paquete turístico para personas con discapacidad visual. A mí personalmente me ha impresionado la calidad de lo que ofertan en su web: lo que hacen es ofrecer directamente un paquete turístico accesible con alojamiento en casas rurales accesibles, cenas en restaurantes accesibles y actividades de ocio que van desde la ruta del mejillón sensitiva, rutas por un parque arqueológico o incluso actividades de buceo. Pero estos productos accesibles son el resultado de un plan; pues tal y como indican en su web, hubo un período de sensibilización empresarial, análisis de accesibilidad, adaptaciones y mejoras, formación y finalmente creación de un paquete turístico.
Si damos un paso más y pensamos en destino accesible, en Galicia tenemos el caso de O Salnés: Pousadas do Salnés. Parece que realmente están creando un destino accesible, pues no solamente están acondicionando los lugares, sino que están construyendo los alojamientos (pousadas) y creando una oferta complementaria con itinerarios accesibles y adaptados por la zona.
En ambos casos vemos que se ha creado realmente un paquete turístico accesible y un destino accesible. Es el fruto de un estudio de la situación y una planificación. Y seguramente una serie de acuerdos entre el sector privado y el público. Desde mi punto de vista, éste es el camino correcto. No basta con tener un hotel accesible, si no tenemos un restaurante accesible a donde enviar a comer a nuestro cliente. Y tampoco sirve de nada tener un hotel accesible si su entorno no lo es. Por mucho que tenga un hotel accesible, si mi cliente no puede salir del mismo, no conseguimos nada, ya que el cliente estaría aislado en el hotel. Por ello, desde mi punto de vista se debe trabajar en los productos y destinos accesibles en conjunto, aunando fuerzas entre la empresa privada y la empresa pública.